Adolescentes deseo, inseguridad, hormonas, frustraciones y redes sociales forman un cocktail que se ha agitado de diversas maneras en los últimos años, no siempre con resultados satisfactorios. Pero el Mihály Schwechtje sabe encontrar el punto de equilibrio entre tecnologías actuales, sensibilidad adolescente, estética teen y un guion calculado, y lo convierte en un engranaje narrativo que funciona a la perfección y te engancha hasta el final.
Un coming of age que deviene thriller con las herramientas narrativas de la contemporaneidad multipantalla.
